Los colores del otoño,
me llevan por tonos ambarinos,
ocres y amarillos.
Las hojas de los árboles hacen una alfombra
que cruje bajo los pies,
el frío de la tarde me lleva por los senderos de la cosecha.
Nogales, almendros, castaños,
lloran su carga sobre la tierra,
frutos hermosos y fragantes,
relicientes y sabrosos.
Regalos de la naturaleza para quien
quiera calmar su hambre,
o envolverlos de chocolate.
Mientras pienso en la dulzura
de tu boca y la fragancia de tu piel
que recorrí con la mía tantas veces,
no las suficientes parece.
Porque viene a mi recuerdo una y otra vez,
dejando mis manos en el vacío de la tarde,
frías y húmedas y tan lejos de ti.
No advierto que ya es de noche, sólo las
sombras vienen a mi encuentro.
Cierro mis ojos y puedo otra vez
saborear tus escamas de miel que dejasteis
la última vez.
nina salinas
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