martes, 5 de agosto de 2014

Me declaro incompetente.

Todo el día arañando las calles llenas de papeles de plata,
mis pies se niegan y reclaman con cada paso,
esta no es vida y lo es
es lucha y no es,
vuelven las preguntas gastadas,
las que se hacen a los ocho a los dieciséis o a los cuarenta,
temblorosas, esparcidas, casi negras,
aparecen las respuestas,
no sufro
no lloro
una linea plana de cardiograma,
sin embargo la vida presente sin amarras,
sin anclas,
tratando de ver que echar en la maleta,
hasta puedo escuchar en mis venas, todos los trenes que vienen a mi encuentro,
lo siento, del anden me he ido,
quien sabe si para siempre.

Nina Salinas

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